sábado, 25 de septiembre de 2010

Un poco de historia para comenzar...

La calle Velarde, debe su nombre a uno de los oficiales que formaron parte del levantamiento en armas del glorioso gentío que habitaban las calles de Madrid, allá por el 1808 y que demostró su oposición a la llegada de los malditos franceses, con su vida y honor.

Importante fue aquel episodio de nuestra historia, puesto que casi todas las calles del barrio de Malasaña honran a alguno de los héroes y caídos por tan honrosa causa. Pero no hace falta remontarse a tan tan lejos, para hablar de la historia reciente de la calle Velarde, a la que hoy, rendimos homenaje con este blog... digamos que, para hablar de tan importante arteria madrileña, lo mejor es remontarnos simplemente 30 años atrás.
Bueno, para los realmente perdidos en geografía madrileña, empecemos situándonos correctamente.

La calle Velarde pertenece a Madrid, al centro, al barrio de Malasaña, y une la archiconocida y ultracomercial calle Fuencarral con la -ex-centro del botellón y actual agradable y babyfriendly- plaza del dos de mayo. Tradicionalmente fue una calle con comercios locales y residencial, que con la llegada de la vida nocturna de la que tanto ha hecho -y hace- gala el barrio, hizo que esta se transformara más en una calle mucho más ligada al ocio nocturno. Gran parte de responsabilidad en esto la tienen la Via Láctea, uno de los garitos más famosos y concurridos de la ciudad, desde tiempos de La Movida, e incluso el Nueva Visión, mucho menos famoso a gran escala, pero no por ello desconocido, pues es uno de los templos del punk desde más o menos, la misma época.

En la década de los 90, Malasaña se erige como el barrio para salir más underground y contracultural de todo Madrid, eso unido con el auge de beber en la calle (vease botellón), la fama de Velarde como lugar nocturno se afianza, y en eso se queda. En una de esas calles que prácticamente nadie veía de día y desde luego, mucho más conocida por ser la calle de La Vía que por su nombre verdadero.
El cambio se empieza a ver a mediados del dosmil. Tímidamente comienzan a abrir negocios, pequeños lugares personales, llenos de ganas de ofrecer algo nuevo y mantener ese espíritu underground y contracultural del que hace gala el barrio y del que tan orgullosos nos sentimos los que nos consideramos de él.
Que este blog sirva para transmitir todo lo que la calle Velarde, y los que vivimos y trabajamos en ella, queremos transmitir.